Publicado en El Gong, junio 2007
Frente a situaciones ocurridas en los últimos días y que han situado en un primer plano las relaciones entre la empresa privada, la comunidad y el Estado con respecto al medioambiente y el desarrollo sustentable, la Democracia Cristiana Regional estima pertinente instalar en el debate los siguientes aspectos:
1.- Reconocemos que la región y el país requieren necesariamente de la inversión del sector privado para potenciar el crecimiento de la economía, asegurar el abastecimiento energético y contribuir al desarrollo social y humano. Sin embargo, estas inversiones privadas deben adecuarse a las normativas legales vigentes, minimizar el impacto sobre el medio ambiente y compatibilizarse con la calidad de vida de las comunidades donde se instalan. A las instituciones públicas les cabe una estricta aplicación de las normativas correspondientes y la permanente supervisión del sometimiento a ellas por parte de los privados.
2.- Lo ocurrido en Licantén, donde la planta Licancel de Celulosa Arauco y Constitución causó graves daños al entorno ambiental con efectos relevantes sobre las comunidades de la zona; así como en la Región de Los Ríos, donde la empresa Colbún debió retirar el proyecto de la Central Hidroeléctrica San Pedro al identificarse falencias importantes en el estudio de impacto ambiental, demuestran, lamentablemente, que estas empresas no han estado a la altura de lo que se espera de ellas.
3.- El caso de la planta Licancel es una muestra de que la empresa Celulosa Arauco y Constitución no ha aprendido la lección de Valdivia y no ha incorporado a sus procesos un sentido de responsabilidad permanente hacia el entorno ambiental y social. Es por ello, que estimamos que la solicitud de la empresa para aumentar al cien por ciento su capacidad de producción en la Planta Valdivia debe ser rechazada por las autoridades ambientales, mientras no se garanticen todas las medidas que aseguren una producción ambientalmente sustentable.
4.- Reiteramos nuestro reconocimiento al derecho que tienen las empresas privadas para el desarrollo de sus inversiones en la Región de Los Ríos. El futuro de este territorio requiere de un trabajo conjunto entre el Estado, la comunidad y el sector privado, sin embargo, los casos expuestos demuestran que la empresa privada puede hacer mucho más en materia ambiental que lo que ha realizado. Necesitamos empresas responsables, respetuosas, abiertas al diálogo, dispuestas a insertarse de manera amigable en su entorno y convertirse en un real aporte al proyecto de Región que queremos.
Jorge Vives Dibarrart, presidente democracia cristiana regional norte
Carlos Amtmann Moyano, presidente democracia cristiana distrito 53
Patricio Ulloa Heinsohn, presidente democracia cristiana distrito 54
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