jueves, 5 de agosto de 2010

Viviendas sustentables en marcha


Jueves 5 de agosto de 2010.


La falta de un sistema de calefacción de agua o no poder pagar sus insumos, hace que millones de chilenos aún no puedan acceder a una ducha con agua caliente. Según el Censo 2002, el 43% de los chilenos no la tiene en su hogar y si bien se espera que la cifra haya disminuido a estas alturas, el gobierno se prepara para que con la entrada en operación de la ley 20.365 -que da franquicias tributarias a constructoras que instalen sistemas solares térmicos en sus proyectos-, este porcentaje disminuya.


A partir de este martes 24 de agosto, las empresas podrán acceder a la devolución de entre 20% y 100% de sus gastos en paneles solares térmicos, instalados en nuevas construcciones de hasta 4.500 UF. La ley, generada durante la administración anterior, busca bajar la dependencia de los combustibles fósiles (petróleo, carbón, gas natural), promoviendo el uso de energías renovables no convencionales como la solar.


“Este subsidio para la instalación de paneles solares térmicos, junto con tener importantes beneficios ambientales y desarrollar una industria que nosotros pensamos tiene un gran potencial en el país, estamos seguros de que tiene un valor social muy grande, considerando que el 40% no tiene acceso a agua caliente”, sostuvo el ministro de Energía, Ricardo Rainieri.


Actualmente, en Chile hay 2 m² de paneles solares térmicos por cada mil habitantes, la meta es llegar al 2020 con al menos 60 m², el estándar en la Unión Europea. La entrada en vigencia de la ley ya tiene a las empresas buscando al personal calificado necesario para enfrentar una demanda que en los próximos meses comenzará a subir.


La idea es que respetando el nuevo reglamento que, entre otros, obliga a las constructoras a hacerse cargo del funcionamiento efectivo y mantención del sistema por los primeros 5 años, esta política tenga continuidad y real utilidad, evitando iniciativas emprendidas en los ochenta que no tuvieron mantención y fueron abandonadas. “No quieren que eso vuelva a suceder”, dice Hernán Moya, jefe de la división jurídica del Ministerio de Energía.


BENEFICIO TRIBUTARIO

El instrumento de incentivo estará vigente por cinco años desde la promulgación del reglamento y los montos de la franquicia disminuyen gradualmente hasta desaparecer. Moya sostiene que se busca generar un espacio de tiempo donde opere la franquicia tributaria como incentivo para este tipo de energía, de manera que quede demostrada su eficiencia, utilidad, ahorro y beneficios para que se mantenga como una práctica en el tiempo, aunque no exista el beneficio.


Héctor López, jefe de la división técnica del Ministerio de Vivienda (Minvu), cree que el uso de la energía solar en el sector inmobiliario es incipiente y “este beneficio tributario es una oportunidad para avanzar en el tema, esperándose que en los primeros cinco años, según la proyección de la CNE, unas 300 mil viviendas se acojan a esta franquicia”, dice. “Esta ley favorecerá directamente a empresas constructoras e inmobiliarias, pues les permitirá ponerse a la altura de países más desarrollados, contribuyendo a la materialización de proyectos más sustentables”, asegura.


Según el informe financiero del Ministerio de Hacienda, elaborado al enviar el proyecto de ley al Congreso, se estima que el Estado deje de percibir 250 millones de dólares en impuestos, lo que a la larga es una inversión en los beneficiados.


OBREROS PREPARADOS


Cerca de mil personas calificadas, como mínimo, se necesitan para llegar a un millón de m² de paneles solares térmicos en 2020. Por ello es que Fundación Chile, a través de su gerencia de Medio Ambiente, prepara un proyecto que pretende calificar y certificar a los instaladores. Desde técnicos en climatización a gásfiters están llamados a actualizar sus conocimientos.


“Uno de los componentes críticos en esto es la mano de obra calificada, técnicos, maestros instaladores. Como cada casa es diferente a otra, incluso cuando está en un condominio, cada instalación tiene que ser revisada o planificada por una persona calificada”, explica Pablo Pastene, director del proyecto.


Según él, en este momento están definiendo un perfil del técnico para en octubre o noviembre poder comenzar con las primeras capacitaciones. La idea es que a esa fecha se puedan evaluar las competencias de los trabajadores, de manera que éstos entren a programas especiales de capacitación en que sólo cumplan con módulos donde aún no tengan las competencias. Serán 50 los primeros técnicos que participarán del programa piloto y corresponden a las regiones de Antofagasta, Atacama y Metropolitana.

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